lunes, 24 de mayo de 2010

Organización Política Mapuche

Las instituciones sociales y políticas partían del "lov", la cuál era una reunión de parientes inmediatos. Eran habitadas por una familia amplia, es decir, el padre con sus esposas y los hijos con sus cónyugues, núcleo de casi 30 personas que reconocían la autoridad paterna, autoridad que heredaba el hijo mayor.

Los asuntos internos de la comunidad se discutían en los cahuines, reuniones de caciquillos, indios principales y todos los que estaban unidos por el totem (dícese de aliado y protector de la familia).

El "levo", institución que juntaba de 1.600 a 4.000 personas, comprendía varios grupos totémicos o cahuines que tenían un antepasado en común. Acataban la autoridad de tres jerarquías: el "ngentoqui" o "cacique", jefe militar; el "ngenvoigue" o "toqui", jefe civil para la paz, y el "voiguenvoe", jefe religioso. Los tres empleaban un hacha como emblema de mando, diferenciada en los colores. El ngenvoigue, toqui de paz, era generalmente el jefe hereditario descendiente del fundador, En el levo se tomaban medidas colectivas no sólo sobre problemas de carácter local, sino también sobre el acuerdo o discrepancia con otros levos, la paz y la guerra y la resolución de numerosos problemas, que le daban un carácter marcadamente político. Los acontecimientos sensacionales y las grandes calamidades naturales provocaban la reunión de varios "rehues", los "aillarehues" que formaban entre sí una tribu.

La guerra con los españoles dio a los airallehues gran importancia y creó, a la vez, otra institución, el "vutalmapu", o junta de airallehues, que al principio de ella era una reunión de carácter estrictamente militar.

A pesar del desarrollo adquirido por estas organizaciones, el pueblo araucano carecía prácticamente de cohesión política y social. Los grupos que había unido el peligro común, luego de transcurrido, se desbandaba.

La organización militar de los mapuches se había desarrollado, hasta la llegada de los españoles, en paralelo incremento a su evolución social. Reunidos en aillarehues, si los augurios eran favorables, se elegía el toqui, que, a su vez, escogía subjefes y oficiales.

martes, 11 de mayo de 2010

Armas mapuches





Cuando los españoles llegaron a Chile se encontraron con un pueblo al sur del Itata al que llamaron araucanos. Para ellos, la guerra era la principal tarea masculina. Las mujeres realizaban las labores domésticas, se preocupaban de los cultivos y tejían.

Si debían enfrentarse a un enemigo, solían agruparse eligiendo a un jefe que los guiase y comandara, el toqui, quien mantenía ese cargo hasta que se lograba la victoria o se acordaba la paz. Peleaban con gran ardor, lanzando gritos e insultos al enemigo. Solían vocear sus nombres indicando al mismo tiempo las hazañas que les habían dado la fama. A los vencidos, en ocasiones, se les aplicaba una muerte ritual; a los buenos guerreros se les sacaba el corazón y lo comían en pedazos pequeños, en ceremonias religiosas. La paz se celebraba en una reunión donde, tras largos discursos, los bandos enterraban sus armas y plantaban un canelo.

Sus únicas instituciones de carácter público fueron las asambleas militares. Éstas tenían lugar siempre que se trataba de emprender una guerra; su convocatoria correspondía al lonko dentro de cada caserío. Pero si la cuestión involucraba a muchos caseríos, cualquiera de sus caudillos podía convocarlos a todos.

Primero reunía a los suyos y si decidían la guerra enviaban un emisario a los caseríos cercanos provisto de una flecha ensangrentada, que era entregada al lonko más próximo, quien, a su vez, la hacía correr hasta completar el círculo de los llamados a una asamblea general para decidir el asunto.

La asamblea se realizaba en medio de la selva, y al cabo de briosos discursos se designaba al jefe de la campaña, el toqui, que casi siempre era el que había demostrado ser el que tuviese más fuerza muscular y mayor elocuencia, o el lonko con más fama de valor y energía entre todos los caseríos.

Como armas disponían de arcos, flechas, picas o lanzas, mazas o macanas y laques. La más poderosa era la macana, que consistía en un trozo de madera dura y pesada (luma, boldo, espino, guayacán, etc.), de metro y medio de largo más o menos, gruesa como las muñecas de la mano; en su extremo inferior tenía una vuelta a manera de codo de una cuarta de largo, que se iba angostando hasta el remate que terminaba en filo.

Idioma mapuche


La lengua mapuche o mapudungun (< mapudungun mapudungun, «el hablar de la tierra»), es el idioma de los mapuches, un pueblo amerindio que habita en Chile y en Argentina. Tiene alrededor de 440.000 hablantes con diversos grados de competencia lingüística. Ha influido el léxico del español en su área de distribución y, a su vez, el suyo ha incorporado palabras del español y del quechua. No ha sido clasificada satisfactoriamente y por el momento se la considera una lengua aislada

Ley de Desarrollo Indígena 19.253

En 1993 se aprobó la Ley de Desarrollo Indígena 19.253. La nueva situación consagrada por esta ley, y que operaba con la cooperación de los principales referentes mapuche hasta 1997, sufrió una crisis, cuando la empresa ENDESA España comenzó la construcción de una segunda central hidroeléctrica en la zona del Alto Bío Bío (con el nombre de Ralco). Algunos de los mapuche-pehuenche que habitaban la zona se negaron a abandonar sus tierras, amparados en la nueva legislación que exigía la autorización de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) para poder permutar tierras indígenas. Ante la negativa de este organismo gubernamental a aprobar dicha permuta, por ser atentatoria contra los derechos de los pehuenches, el Presidente Eduardo Frei destituyó al director de la CONADI y a la autoridad ambiental que también se oponía el megaproyecto. De esta manera, se inundaron miles de hectáreas de tierras y sitios sagrados para el pueblo mapuche-pehuenche de una manera totalmente autoritaria

Construcciones y estructuras mapuche

Como vivienda tradicional de los mapuche, contruían viviendas de gran tamaño denominadas Rucas, con superficies que varían entre los 120 y 240 metros cuadrados; las cuales estaban formadas por paredes de adobe o tablas o de varas de colihue, reforzadas por dentro con postes de madera y se tapizan con totora. El techo es de junquillo o de algún pasto semejante a paja brava. Usualmente no tienen ventanas.

Una estructura ritual importante son las estatuas de madera denominadas chemamüll o chemamull (del mapudungun: che, persona y mamüll, madera, Persona de madera), las cuales utilizaban en ritos funerarios.

En 2007 el arqueólogo Tom Dillehay identificó la existencia de alrededor de 300 túmulos funerarios en las vecindades de Purén y Lumaco, llamados cuel. Estas colinas artificiales cónicas, de piedra y barro, superan en algunos casos los 40 metros de altura. Según la hipótesis del autor, en la "ciénaga de Purén" se habría desarrollado un núcleo altamente poblado, que permitió la edificación de monumentos. Dillehay data los cuel a las dos centurias anteriores a la llegada de los españoles: el siglo XIV y el siglo XV. Como hipótesis, postula que las estructuras podrían ser fruto de la influencia inca o de alguna otra de las culturas de los Andes centrales en general

La familia mapuche y el sistema de parentesco



La familia mapuche desempeña, esencialmente, dos funciones: económica y cultural.

En el ámbito económico, se manifiesta como una unidad de producción y consumo. Todos los miembros desempeñan un rol económico, diferenciado según el sexo y la edad.
En el cultural, la familia es el ámbito donde los jóvenes miembros de la familia son socializados, aprehendiendo la cultura e incorporando el estilo de vida tradicional.
Pero estos dos aspectos, el económico y el cultural, no se hallan disociados: el desarrollo cultural se efectúa en el mismo proceso de producción y consumo, y viceversa. Es por esto que el desarrollo cultural es indisociable del desarrollo económico. La transmisión de los saberes culturales se efectúa en el ámbito doméstico (de padres-madres a hijos, de abuelos a nietos, de tías y tíos a sobrinas y sobrinos, etc.) y a través de las prácticas: en el mismo momento en que se realiza una actividad se está enseñando y aprendiendo (la cría del ganado, la elaboración de comidas, la confección de tejidos, etc). Mientras en las grandes sociedades humanas son principalmente la familia, la escuela y los medios de comunicación quienes administran y transmiten la cultura; en las comunidades o grupos humanos más pequeños, tales como las comunidades mapuche, estas funciones suelen estar mezcladas con otras de índole económica y social.

Reglas de vida familiar mapuche [editar]El patrilinaje: Los miembros de la familia están unidos por vínculos de parentesco que vienen desde la línea paterna. La nomenclatura de las relaciones es de tipo omaha.
La exogamia: Se busca pareja fuera del grupo familiar propio.
La patrilocalidad: La mujer sigue al hombre a su residencia.

Creencias y religión


La religión mapuche se basa en términos generales en la ligación del mundo espiritual con el mundo tangible. Sus aspectos principales son el respeto al mundo espiritual; el culto a los espíritus y a los antepasados, llamados Pillanes y Wangulén, (Antu, Kuyén. etc,), y el culto a los espíritus de la naturaleza, llamados Ngen; y la interrelación del pueblo Mapuche con la Ñuke Mapu ("Madre Tierra"). La creencia en un ser superior y omnipotente, antes del contacto con el cristianismo, es un tema disputado, pero actualmente se cree en Ngünechen ("Dueño de la Gente", castellanizado Guenechén o Ngenechén); el que está formado principalmente por cuatro aspectos, pero que antes de la influencia cristiana en esta cultura, sus características habrían corespondido a espíritus individuales e independientes. A pesar del número de seres presentes en sus creencias, nunca erigieron un panteón de dioses propios como tal, a la manera de la cultura griega o nórdica. Además su mitología se caracteriza por presentan numerosos seres mitológicos, tales como el Chonchón y personajes semimíticos como los kalku. Dentro de su tradición, destaca el mito de la creación de la geografía del sur de Chile, en la historia de Cai Cai y Tren Tren o Ten Ten.

Referente a las figuras más importantes dentro de la religión son por excelencia el Ngenpin, la Machi y el Lonco, encargados del culto, el conocimiento y de la celebración de variados rituales; en el que destaca un ritual mezcla de adoración y diversión, llamado guillatún, según el territorio en dónde se celebre, siendo de carácter netamente religioso en la zona de precordillera y Cordillera; y el machitún, que es una ceremonia de sanación y augurio.

Existen antecedentes de sacrificios humanos de niños entre los picunches bajo el dominio inca, y de prisioneros asesinados de forma ritual en la Guerra de Arauco, o como sacrificios, para evitar o finalizar una calamidad o desastre en el Pueblo Mapuche. El último caso que se conoce ocurrió luego del terremoto de Valdivia de 1960, el más devastador de los registrados por la sismología, cuando en las cercanías de Puerto Saavedra una machi sacrificó y lanzó al mar a un niño de cinco años luego del maremoto.

En relación a la religión cristiana y el pueblo mapuche, se practican el catolicismo y diferentes formas de protestantismo, y hay mapuche que practican al mismo tiempo la religión tradicional y la cristiana. en noviembre de 2007 fue la beatificación del primer mapuche, el argentino "Ceferino Namuncurá".